Desde que se decretara el estado de emergencia sanitaria provocada por el coronavirus COVID19, las compañías farmacéuticas están inmersas en un ingente esfuerzo colectivo en busca de un tratamiento eficaz para combatir la pandemia, en estrecha colaboración con las autoridades y organizaciones sanitarias y centros e investigadores públicos y privados. Una vacuna, que confían tener disponible a principios del próximo año.
Asimismo, y dado que en España 25 millones de españoles necesitan tomar algún medicamento cada día, se está haciendo también una carrera de fondo para mantener el suministro de medicamentos a farmacias y hospitales en estas complejas condiciones, tal y como afirmaba el presidente de Farmaindustria, Martín Sellés, en una tribuna publicada por el diario ABC. La industria farmacéutica es muy consciente de la importancia de los medicamentos para los pacientes y para los profesionales sanitarios que velan por la salud de los enfermos, y de la necesidad de anticipar y resolver, por tanto, cualquier problema de suministro. Sin lugar a dudas, el suministro de fármacos para el tratamiento de enfermedades está siendo uno de los principales caballos de batalla de esta pandemia; enfermedades que, en algunos casos son leves, pero que, en otros, son de extrema gravedad, de ahí la importancia de continuar con los tratamientos.
Para que esto sea una realidad, las compañías farmacéuticas han aplicado planes de contingencia que han permitido no sólo mantener a pleno rendimiento las 80 plantas de producción en España, sino incrementar la producción (hasta duplicarla y triplicarla en el caso de medicamentos de alta necesidad en este momento). Muchas empresas han sido capaces de adaptar sus plantas para aumentar la producción de medicamentos esenciales en el tratamiento de los pacientes con Covid-19, como por ejemplo la hidroxicloroquina y otros medicamentos para las UCI. Junto a ello, y bajo la coordinación de la Agencia Española de Medicamentos, la patronal farmacéutica y el sector en su conjunto, trabajan en permanente contacto con el resto de agentes de la cadena, como distribuidores y farmacias, para asegurar que los 25 millones de españoles que toman al menos un medicamento al día lo tengan disponible.