[:es]Carcinoma, sarcoma, leucemia o linfoma. Todos ellos son tipos de cáncer pero cada uno presenta unas características y peculiaridades. Veamos cuáles son las diferencias entre unos y otros:
- Carcinomas. Hace referencia a todos aquellos tumores que se inician en la piel o en las células superficiales de los órganos internos, es decir, el pulmón, la mama, el colon, etc. Normalmente, se originan a partir de células epiteliales, aquellas que tapizan la superficie de órganos, glándulas o estructuras corporales. Esta tipología representa más del 80% de la totalidad de los cánceres.
- Sarcomas. Es una variedad poco común (supone el 1% de todos los cánceres) que se forma a partir del llamado tejido conectivo o conjuntivo, del que derivan los músculos, los huesos, los nervios, los cartílagos o el tejido graso. Existen más de 150 variedades de este tipo de patología pero los más frecuentes son los óseos. Los niños, los adolescentes o los adultos jóvenes son los más propensos a padecerla.
- Leucemias. Se originan en la médula ósea, que es el tejido encargado de mantener la producción de glóbulos rojos, blancos y plaquetas. Cuando no se desarrollan correctamente dan lugar a células sanguíneas anormales que se dividen sin control y que no son capaces de desempeñar las tareas que deberían llevar a cabo. Es la forma de cáncer más frecuente en los niños y en función del progreso de la enfermedad se puede distinguir entre aguda, la que generalmente presentan los más pequeños; o crónica.
- Linfomas. Se desarrollan a partir del tejido linfático, como el existente en ganglios y órganos linfáticos, que se encarga de formar y activar los linfocitos, un tipo de glóbulos blancos que juegan un papel esencial para el sistema inmunitario. Generalmente, este tipo de cáncer tiene mayor prevalencia en la edad adulta. Podemos distinguir entre los linfomas hodgkin y no hodgkin. Encontrarás más información sobre las diferencias entre uno y otro en este post.
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