[:es]Si en el post anterior comentábamos como la Inteligencia Artificial es una de las innovaciones que más está influyendo en el sector sanitario, hoy nos centramos en un caso muy particular. El nuevo Apple Watch, que al margen de sus tradicionales funciones, ya está programado para el seguimiento de la salud y la investigación médica.
Este dispositivo puede monitorizar el corazón, desarrollar electrocardiogramas y detectar caídas. De esta manera, el dispositivo utiliza los sensores del reloj para adelantarse a una posible fibrilación auricular y anticiparse a que estos pacientes sufran coágulos de sangre y accidentes cerebrovasculares.
Cuando los sensores ópticos en el reloj detectan periodos repetidos de latidos cardíacos irregulares, a los pacientes se les envía alertas en sus relojes para que consulten a un médico a través de la telemedicina.
Para examinar realmente si este reloj digital revelará con fiabilidad los casos de pacientes con problemas del ritmo cardíaco no diagnosticados, la Universidad de Stanford está llevando a cabo el “Estudio del corazón de Apple” entre más de 400.000 personas. El objetivo de esta investigación es analizar si los sensores ópticos incrustados en el reloj de Apple pueden ayudar a encontrar casos no diagnosticados de fibrilación auricular, debido a que esta enfermedad no siempre produce síntomas externos. Los resultados del estudio se esperan para el próximo año 2019.
El ejemplo de Apple es una muestra más la apuesta que están realizando las grandes empresas tecnológicas por el sector sanitario. De hecho, según el estudio ‘Life Sciences 4.0’ elaborado por la consultora EY, la matriz de Google, Alphabet, Apple y Microsoft habrían registrado un total de 313 patentes de atención médica en Estados Unidos desde el año 2013. Alphabet lidera las patentes en este país con un total de 186 solicitudes, seguida por Microsoft, con 73 patentes, y Apple, con 54.[:]